viernes, 22 de marzo de 2013

De la cognición a la reacción fisiológica

A Sara le gustaba la quiromancia, así que allí estaba sentada escuchando lo que Fátima, que todos llamaban "la adivina", estaba a punto de decirle sobre su personalidad y su futuro.

-¿Ves estas líneas de aquí?-comenzó la quiromante-no se juntan, eso significa que no te casarás...
-¿Y si se juntasen, significaría eso que sí que me casaría?-apremió Sara
-Eso es-respondió la adivina

En ese preciso momento Sara recordó las palmas de su novio. Esas líneas sí que se juntaban en sus manos. Así que de pronto se sintió muy triste y comenzó a llorar.

Este relato me lo acabo de inventar, pero es más o menos lo que le pasó a una amiga mía. Lo interesante y el motivo de que lo mencione, es que sirve para comprobar cómo una creencia puede acabar provocando una reacción fisiológica.

Ella cree que las líneas de la mano realmente predicen que no se casará y su novio sí, así que eso quiere decir que en el futuro no estarán juntos (si la quiromancia sirviese para predecir hechos futuros). Es la creencia en un hecho futuro lo que lleva finalmente al llanto (una reacción fisiológica).

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